Los proyectos Stay In Business, que hoy algunos denominan de Continuidad Operacional, se refiere a las inversiones realizadas por una empresa en relación con sus activos existentes (instalaciones, plantas), para enfrentar los cambios del mercado, aprovechar nuevas oportunidades de negocio, generar mejoras tecnológicas o ajustarse a las nuevas legislaciones.
En general, son más grandes que los proyectos de mantención, y se tratan como cualquier proyecto de capital, salvo que implican la vinculación a una planta operativa existente, y por tanto hay sólo un impacto incremental en el negocio subyacente.