Se trata de una combinación de enfoques adaptativos y predictivos, que tiene como objetivo la gestión flexible de cambios, orientada a la necesidad del cliente, reduciendo el tiempo de implementación y desarrollo de valor, respecto a la planificación clásica.
Los mejores equipos de ejecución de proyectos no son aquellos que adoptan una sola metodología y luego cierran sus mentes a otras opciones. En lugar de eso, debe haber una adaptación entre el enfoque y el equipo, proyecto y organización, aun cuando eso implique utilizar más de un solo método. Se deben conocer ambas metodologías para buscar fortalezas y adaptarlas de acuerdo con los objetivos y características del proyecto.
El enfoque híbrido es útil cuando hay incertidumbre o riesgo respecto de los requisitos, cuando los entregables pueden ser modularizados, o cuando hay entregables que pueden ser desarrollados por diferentes equipos de proyecto.
Los enfoques híbridos a menudo utilizan un enfoque de desarrollo iterativo o incremental:
✓ Un enfoque iterativo es útil para aclarar los requisitos e investigar diversas opciones. Puede aportar la suficiente capacidad para considerarse aceptable antes de la iteración final.
✓ Se utiliza un enfoque incremental para producir un entregable a lo largo de una serie de iteraciones. Cada iteración añade funcionalidad dentro de un marco de tiempo predeterminado (período de tiempo preestablecido). El entregable puede considerarse como completado sólo después de la iteración final.
Las organizaciones que utilizan metodologías híbridas generalmente se benefician de la adaptabilidad, la velocidad y las capacidades para adaptarse a los cambios; lo anterior, mezclado con la estructura rígida y la claridad del enfoque predictivo.
El objetivo principal del enfoque híbrido en la Gestión de Proyectos es elegir las prácticas de Dirección de Proyectos más adecuadas para cada fase o cada etapa del proyecto, utilizando los criterios adecuados.